Punto de Vista de Moshe Feldenkrais
- Maribel Tena
- 5 jul 2020
- 2 Min. de lectura
En su libro Awareness through movement, exponen que la persona va aprendiendo de acuerdo a la vinculación de tres factores, que son la herencia, la educación y la autoeducación, en su tiempo consideraba que la herencia era el patrimonio biológico del individuo, donde se encuentran el potencial por explotar desarrollando las capacidades de sus sistemas, en especial el sistema nervioso central, su estructura ósea, su sistema muscular, los tejidos, sus sistema endócrino, la piel, etc.
Estableciendo una relación a través de las acciones y las reacciones en el curso de su vida que le dan una experiencia donde va construyendo su autoimagen. La educación determina el propio lenguaje y crea un patrón de conceptos y reacciones común a una sociedad dada, por lo cual son variables dependiendo del medio ambiente social y natural donde nace la persona, de tal manera que no son características de la humanidad como especie, sino de solo ciertos grupos de individuos.
Así podemos entender que la dirección que puede seguir la autoeducación se genera en gran medida de la educación.
Moshe considera que la autoeducación es el elemento más activo de nuestro desarrollo individual, influyendo en la manera como adquirimos el conocimiento que proviene del exterior, así vamos seleccionando el material que se aprende, a la vez del rechazo de lo que no podemos asimilar. Él consideraba que la educación y la autoeducación son procesos intermitentes. Expone que durante las primeras semanas de vida, la educación radica en absorber el ambiente y la autoeducación se encuentra en una fase muy precoz, por lo cual consiste en rechazar todo aquello que desde el punto de vista orgánico, resulta extraño e inaceptable para las características hereditarias del bebe o en resistirse a ello.
Así la autoeducación progresa a medida que el organismo infantil crece y se estabiliza, desarrollando poco a poco sus características individuales, iniciando su capacidad de elegir, de acuerdo con su naturaleza, determinando cuales son los objetos que le interesan y las acciones que puede desarrollar en esos momentos.
De esta manera se van construyendo los cimientos de nuestras conducta, poco a poco comienza a seguir limitando las imposiciones que la educación le genera. La asociación de los limites que va construyendo el infante mas las propensiones individuales establecen la tendencia que forman el vehículo conductor de la conducta en las acciones habituales.
Observando este punto de vista podemos darnos cuenta que el proceso de aprendizaje se genera desde que inicia la vida.

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